Haber realizado un voluntariado internacional en Bolivia, significa una experiencia enriquecedora para mí en muchos sentidos, por una parte el enriquecimiento cultural, ya que el país tiene una diversa cultura que permite un aprendizaje sobre costumbres, tradiciones y formas de vida diferentes; la contribución al desarrollo local, el programa te da la oportunidad de contribuir a mejorar la calidad de vida de niños y de su comunidad; mejora de habilidades personales y en mi caso, como educadora social también profesionales, ya que ayudan a desarrollar el trabajo en equipo y el entorno multicultural te hace más adaptable y aumenta la capacidad de resolución de problemas; amistades internacionales, ya que al trabajar con otros voluntarios de distintos países se puede conocer muchísimas perspectivas de vida y de trabajo; creación de Conciencia Social, ya que al ser Bolivia un país en vías de desarrollo, enfrenta problemas como la pobreza y los niños de calle, ver estos desafíos en primera mano ayuda a crear mayor conciencia sobre problemas que afectan de manera mas global; impacto positivo en la vida de los demás, ya que al saber que mi trabajo ha tenido un impacto directo y positivo en el desarrollo de los niños del hogar genera una satisfacción que deja también impacto en mí; por último el cambio de perspectiva y el crecimiento personal, ha hecho que la experiencia de vivir y trabajar fuera de mi contexto habitual, me ha ayudado a ganar una perspectiva de vida diferente y ha contribuido de manera exponencial a mi crecimiento personal.

En mejoras sobre el voluntariado cabe mencionar, que a mi me habría gustado poder elegir donde trabajar, ya que aunque en mi caso, ha sido poco tiempo, si vas con más larga estancia es mucho mejor poder trabajar en un ambiente donde te sientes mas cómodo. Es cierto que muchas veces se reubica a los voluntarios dependiendo de la necesidad de personal, pero no está de más poder trabajar cierto tiempo en otros proyectos, ya que son bastante distintos.