Meritxell - 2024
Mi voluntariado en Casa Maín fue una experiencia inolvidable gracias a las niñas del hogar, a las hermanas que nos acogieron, y a personal de Cooperand que estuvo pendiente de nosotras en todo momento.
Al llegar, estaba llena de nervios, pero tanto las niñas como las hermanas nos enseñaron el hogar y nos dieron tiempo para adaptarnos y descansar. No fue difícil sentirme parte de esta nueva familia y adaptarme al ritmo de su día a día, tanto durante el curso escolar como durante las vacaciones. Con las niñas pasamos la mayoría de nuestro tiempo; liderando talleres, ayudando con deberes, y sirviendo como soporte emocional cuando tenían que hablar con alguien. Con las hermanas, planificamos los talleres, compartimos comidas, y organizamos eventos como el concurso de deletreo o matemáticas. Siempre que teníamos alguna duda nos la resolvían, si teníamos alguna necesidad nos ayudaban a solucionarla, y cuando los días se nos hacían largos nos dejaban descansar y renovar energías. Estuve muy a gusto en Casa Maín y se lo recomendaría a voluntarios que se sepan adaptar a un estilo de vida diferente y con ganas de pasar tiempo con un grupo de niñas con un corazón enorme.
Aunque nuestra experiencia haya sido mayoritariamente positiva, es verdad que me gustaría recalcar que yo no estaba preparada para lo presente que es la religión en este hogar. Después de unos días me adapté, pero es verdad que son costumbres muy diferentes a las costumbres con las que he crecido, y al principio me encontré un poco fuera de lugar. Las hermanas respetan que los voluntarios no sigan las mismas creencias que ellas o en un nivel diferente, pero los voluntarios deben sumarse a rezar el rosario diariamente y a atender misa mínimo una vez a la semana, y considero que estaría bien haberlo sabido antes de llegar, para educarme sobre el tema.
En conclusión, mi experiencia de voluntariado fue positiva y a futuros voluntarios les aconsejaría que se plantearan quedarse más de un mes, ya que cuando más a gusto me sentía, fue cuando llego la hora de irme, ¡y me he quedado con muchas ganas de volver!