Joan Lopez

Hace ya seis años que conocí a María Elena a través de una foto y una carta escrita a sus “futuros padrinos”, que Cooperand publicó en su página de Facebook. Dos veranos antes había estado en Santa Cruz de la Sierra como voluntario y había conocido a muchos niños y niñas como ella, de su misma edad y en su misma situación. Un trozo de mi corazón se había quedado allí, con ellos, y María Elena me dio la oportunidad de reencontrarlo. Desde entonces nos escribimos tan a menudo como lo permiten los viajes a Bolivia de Carla y Sergio. Vivo con mucha ilusión cada carta que le escribo y me emociono el doble con cada una que recibo suya. Y aunque estemos tan lejos y todavía no haya tenido la oportunidad de conocerla en persona, ya forma parte de mi vida, me ilusiona contar con su cariño y pensar que ella sabe que cuenta con alguien que se preocupa de que esté bien.
logo